Un paisaje que invita a vivirlo.

En Xigna, el paisajismo no es solo un complemento, sino parte esencial de la experiencia de vivir allí. Cada elección vegetal fue pensada para generar una conexión con la naturaleza, creando un entorno acogedor y lleno de vida.

Los tonos verdes y amarillos dan unidad al proyecto, envolviendo cada espacio en una armonía natural. Como emblema del lugar, los Ginkgo biloba, traídos especialmente de Italia, ofrecen sombra, estructura y un espectáculo dorado en otoño, sin la preocupación de sus frutos gracias a una cuidadosa selección.

Las entradas de las residencias reciben a sus habitantes con la calidez de los rosales Banksia, libres de espinas y con una floración generosa, acompañados por el perfume envolvente de los jazmines, que marcan el inicio de cada hogar con su fragancia inconfundible.

Los limoneros, además de su belleza, invitan a la interacción: sus flores perfumadas y frutos vibrantes permiten que los residentes disfruten de su cosecha y del placer de tener un pedacito de naturaleza a su alcance.

Cada jardín privado está diseñado para ser un refugio de disfrute cotidiano. Con piscina, decks de madera y parrilleros, los espacios exteriores se integran perfectamente con el interior, maximizando las vistas y el contacto con el entorno.

Más que un conjunto de plantas, el paisajismo de las 8 residencias de Xigna es una invitación a sentir, a recorrer, a disfrutar de un diseño pensado para acompañar la vida diaria con belleza, confort y un profundo vínculo con la naturaleza.